viernes, 16 de julio de 2010

HATE: Del orgullo a la vergüenza


(Alimentos y bebidas: 3500 €. Equipaciones Adidas: 5000 €. Transporte y estancia: 25000 €. Que lleves a España la Copa del Mundo sin dormir para que la levante Bustamante: No tiene precio)



Dicen que el fútbol es el deporte rey (que por lo visto, no el del Rey), y yo soy uno de esos afortunados, que sin ser un gran entendido, ha recibido en 2010 del deporte rey emociones que no se pueden equiparar a nada.

Se puede obviar que soy español, e incluso de esos españoles que no tienen crisis de identidad nacional, y por lo que se puede observar por este humilde blog, soy del Atlético de Madrid, con su nombre entero, que es como más bonito se ve. Como yo no soy de esa clase de hijos que se hacen del equipo contrario sólo para joder el núcleo familiar, yo fui Atlético desde antes de nacer, en algún momento en el que mi padre se asentaba en Madrid al final de su niñez, *(aquí añadiría el chiste fácil: *"La semana pasada"). Pero un respeto a los padres coño, aunque la culpa sea suya, que las visten como putas.

Como iba diciendo, sí, soy del Atleti. Recién convertido al Anti-Sevillismo, aunque nunca haya caido en la vieja escuela del Anti-Madridismo. Un tío al que Raúl le cae simpático, le flipaba Zidane y al que su padrino llevó a Cibeles en la séptima de Mijatovic, no puede ser Anti-Madridista... Aunque no le falten razones...

Mi padrino me dijo aquel dia en 1998: "Te traigo aquí para que veas lo que es celebrar algo grande". Pero a día de hoy, puedo decir que lo he visto, sin la necesidad de amamantarme de los triunfos ni la prepotencia de otros. Fueron muchos años sufriendo la misma suerte, incluso perdiendo la poca que se tenía. La fé, sólo crecía. Y cuando en 2008 la selección española ganó una Eurocopa... ¡Y ella solita! Digo más: ¡barriendo! Era increíble. Pero lo sabía. Sabía que el fútbol reparte la gloria. Se confirmaba que los rumbos podían cambiar.

Con los pies en el suelo, llevaba un par de temporada o tres divagando con la posibilidad de ver a un rojiblanco levantando la Copa del Rey. Pero la fortuna, un argentino bajito y la polla torera de un uruguayo nos sacaron a las calles a celebrar una EUFA (la primera Europa League de la historia). No vacilo cuando digo que fue uno de los dias más eufóricos y felices de mi vida. Y volví a mi casa. Volví presintiendo que todavía venía más, algo más había que celebrar. Y cuando ese equipucho de tercera regional de yonkis, gitanos, y lo que es peor, sevillanos, se "susllevaron" la Copa del Rey en la fragoneta pensé: Joder... ¿a que ganamos el Mundial?


Bastante decepcionado con el partido de Suiza, el Sr. Del Bosque (alias Sr. Patata) y la campaña en contra de Fernando Torres, reconozco que flaqueé. ¿Cómo vamos a ganar? ¿Cómo vamos a ganar los españolitos un Mundial de fútbol? Un gol de rabia contra los paraguayos (a los que visualizo como sevillistas), otro de autoridad con Alemania, y finalmente, un gol de un señor bajito de Albacete consiguieron arrancar dos lágrimas a este frio escritor.

El resto es historia...



¿O no?

Para desgracia de algunos y lamentos de muchos, THIS IS SPAIN. Con todas sus consecuencias. A parte de las repercusiones patriótico-nacionalistas, tema en el que paso llanamente de entrar, con la banderita de la corona, yo imaginaba una celebración por todo lo alto para recibir con honor a esos deportistas que se han alzado con el máximo galardón del deporte rey.

Pero no, ahí estaba Telecinco para corromperlo, llenando de caspa el evente y convirtiéndolo en el circo que tanto les gusta montar. No señores, eso no era para la selección. Era para promocionar a Sara Carbonero. Pero para hacer el paripé pongamos en un escenario a la caspa nacional musical, a la caspa del famoseo y a Carlos Latre de Showman. Hasta la Esteban estaba entre bastidores.


Arcadas me dan al recordarlo. Arcadas y una ira que me corroe. ¿Qué potestad tiene ese circo para subir a tocar la Copa del Mundo? ¿Quién a designado a esos señores dignos de ello? ¿Es que me representan? ¿Representan a algún ciudadano? Por Dios, ¡la borracha y drogadicta de la Amaia Montero! ¡El hijo de Aznar! ¡La mula descerebrada de Belén Esteban! Sólo faltaba el Jorge Javier sacándose la polla y restregándola por la copa.

No quería entrar en el tema, pero a veces creo entender muy bien a los separatistas.