sábado, 6 de octubre de 2012

[HATE] El año que vivimos recortadamente (Parte 2)


Quizás haya esperado demasiado tiempo para continuar con esto. Mucho ha cambiado la intencionalidad de esta entrada doble, desde que escribiera la primera parte.

Siempre hacía un paréntesis para abarcar los nuevos acontecimientos que se han ido sucediendo en este 2012. Pero no hay tregua. Escribo ahora, que nos encontramos al borde del sometimiento final con el rescate europeo de esta decepcionante nación de nombre España. Ahora que el miedo ha ganado tras el 25-S. Ahora que, más que nunca, somos la cultura miserable que hemos labrado durante todo el siglo pasado.


En un principio, quería hablar del 15M. De cómo ha perdido fuelle. De cómo se ha ido colectivizando la protesta en función de los sectores que han sido atacados por los recortes de este gobierno de chiste. Por un lado los profesores, por un lado los mineros (qué será de estos), por el otro los bomberos, los médicos y demás personal sanitarios, los funcionarios (sin chistes), los trabajadores del transporte público, hasta la jodida policía... Todo lo público, todo lo social, toda la ciudadanía han sido abandonados a su suerte. Y sin embargo, todo lo público no es capaz de ponerse de acuerdo para protestar en conjunto ante un ataque común.

Manda cojones que las manifestaciones más multitudinarias estén encabezadas por los sindicatos. No puedo llegar a otra conclusión que la población activa de 35 años para adelante, se merece todo lo que le pasa y le va a pasar. A todos esos idiotas que creen  en ideologías. A los que se quedan en su casa porque eso no les atañe, porque eso no es solución y no es responsabilidad suya ofrecer ninguna otra. A todos esos imbéciles que llevan banderitas de la república y sacan pecho cuando se habla de la clase trabajadora. Os lo merecéis.

Nosotros, los que tenemos una perspectiva más joven e ingenua del asunto, no nos lo merecemos. No nos hemos merecido el castigo del desamparo y de un futuro en el que no tenemos lugar. No tenemos la culpa de que nuestros padres se hayan dejado engañar por la palabra democracia, y hayan cedido su responsabilidad civil en manos de la calaña que hace y deshace a su antojo.

Hederarán estas tierras, esas jóvenes lindezas criadas entre negatividad e indiferencia. Los criados con "Hombres, mujeres y viceversa" sin aspiraciones, ni hobbys, ni compromiso. Además de los que, con un poco más de consciencia, se dejan influenciar por los de siempre y acaban haciendo apología del mismo odio forjado en 1936.

Porque, señoras y señores, nunca. Repito, nunca, esta sociedad fue capaz de pasar página con el franquismo. No vengo aquí a soltar la misma parafernalia de siempre: lo de que si el NODO, que si la censura, que si los antidisturbios son los grises, no... Hablo de lo que colectivamente, nos configura con el gentilicio de español.

Si hay algo en lo que se ponen de acuerdo todos los medios (es decir, la voz de los caciques), es en cubrir de gloria la Constitución del 78, a la transición "pacífica" y la figura teomorfa del Rey, campechano como el que más.


¿Donde está la "paz" cuando se desahucia a una familia que ha sido estafada por los engendros de la todopoderosa Constitución?
 ¿Y cuando se ha permitido politizar de cabo a rabo a todos los órganos de la Justicia?

¿Dónde está el Rey cuando un cacique casposo se monta un parque temático para su disfrute personal y económico con el dinero y el esfuerzo de todos?

¿Qué clase de Constitución laica posibilita que los pesos pesados del Opus y la cristiandad se hagan con los mejores puestos del funcionariado, que sólo pueden ser heredados por sus familiares?

¿Qué clase de estado democrático exime de impuestos a dedo a clubes de fútbol, sectas y a empresarios estadounidenses con delirios de grandeza?

¿En realidad murió el señor del bigote, o nos volvimos ciegos con la cantidad de dinero falso que pasó ante nuestras narices alentado por una ola capitalista llegada del otro lado del charco y que ha acabado arruinando a media Europa?

¿Tiene el poder verdadero un gobierno que no tiene interés ni capacidad por juzgar a una panda de ladrones "mal llamados" banqueros que han expoliado a un país entero y se van de rositas?

¿Realmente es tan sagrada la Constitución cuando la han vuelto a redactar a su antojo hace escasos meses cuando gobernaban los socialistas?

Tan latente es la perpetuidad de la sociedad franquista que los que pactaron repartirse la tarta en la venerada Constitución, han cogido a sus hijos y los han colocado bajo un envoltorio y unas banderas de supuestas ideologías enfrentadas. El PSOE y el PP. Para que todo los que tienen la mente anclada en la herencia española del siglo XX sigan creyendo elegir entre republicanos y sublevados. Los buenos y los malos. Vencedores y vencidos. He aquí el maquiavélico éxito de la Constitución. Aprovecharse de la mentalidad del ciudadano español resignado a agachar la cabeza cuando así se lo ordenan. El buen español que "no se mete en cosas de política" porque quiere ser feliz sin inmiscuirse en los asuntos del alcalde.

Hablo del español que titubea cuando un policía se dirige a él. Hablo del español que critica a su vecino con argumentos imposibles para justificar su bondad. Hablo del español que se queda hasta las 10 de la noche en el trabajo porque "se lo ordena" su jefe, sin ninguna réplica. Porque España sigue siendo la España de los caciques y los bórregos. Porque España sigue anclada en la etapa franquista de miedo y corrupción. Del pan para los que saben sin saber de nada.

¿Cómo podemos formar parte de Europa? No lo sé. Su error fue dejar entrar a una calaña como la nuestra. Porque Europa puede hablar de utopías preciosas construidas por los ciudadanos. Pero no. Cuando se deja entrar a España en la UE, se abre la puerta a la calaña de los caciques, la casta de la caspa y la repugnante falsa moral de los que creíamos que tan bien nos gobernaban en democracia.

Y aquí seguimos. La misma panda de resignados gobernados por ladrones y subnormales. Recae cualquier peso de cambio o verdadera transición sobre los hombros de los que más hemos sido engañados. Los que no acontecimos al coche de Carrero Blanco haciendo piruetas en el aire, ni a la muerte de Franco, ni al pacto de poderes mal llamado "constitucional". Ni nuestros resignados padres quieren oir lo que tengamos que decir, ni nosotros mismos somos capaces de confiar en nadie.


Dejenme aventurar que hemos fracasado. Que esta generación no cambiará este país. No cuando unos se zancadillean a otros. El ego es muy grande para unirse a nadie. Estas son las frases estrella del fracaso: "Si el 15M es muy bonito, pero esos niñitos de papá gritan mucho pero no dan soluciones", "Yo me quedo en casa, que he estado trabajando todo el día, no como esos payasos que no han sabido esforzarse como yo", "El asesino Carrillo va al infierno, donde están todos los hijos de puta rojos" (visto en Tuenti y Twitter por champiñones de 15 años), "Quieren asaltar el Congreso, por tanto son terroristas"... etc. etc. etc. La ignorancia y la indiferencia son tan grandes que me abruman.

Pero no sólo hay que echarla la culpa a terceros. Si bien no se puede culpar a nadie, porque nadie quiere dar la cara como organización, el 15M, DRY, las asamblea de barrios, "Toma la calle", "Toma la plaza", "Toma el Congreso". Propuestas y soluciones hay muchas, pero no hay una cara palpable, no hay una figura, ni un discurso al que seguir... Sólo ciudadanos anónimos. Finalmente los que dicen que no representan a todo el pueblo, no están exentos de razón. En realidad representan el pueblo que deberíamos ser. Pero como no lo somos, acaba convirtiéndose en un catastrófico fracaso, como el del 25S. Que nadie se engañe, el número de personas reunidas antes el Congreso fue ridículo, sin entrar a hablar de los excesos policiales, porque los vídeos ya demuestran lo vergonzoso que fue todo.

 

Derrota. Sólo el caos, una verdadera caída del control caciquista al que la ciudadanía está sometida mediante el robo y la corrupción, puede permitir cimentar una vigas limpias y fuertes, y no sólo pura fachada como ha sido todo hasta ahora. Cuando eso pase, el verdadero descontrol de la acracia, nadie querrá la autoría, pero tampoco nadie permitirá a otro alzarse con el poder. Y seguramente, todo se vuelva a repetir en esta península de vergüenza.

Sólo soy capaz de preveer un país pobre lleno de factorías chinas que vienen aquí en busca de mano de obra barata. Lo único que puedo recomendar es sacar todo el dinero en efectivo posible cada mes, y llenar las despensas con latas de conserva.