Mientras al otro lado del charco ya están disfrutando de lo nuevo de Futurama, yo por mi parte me contento con recordar los momentos míticos de esta gran serie.
¿Quién no recuerda los 100 cafés de Fry, el ataque al Planeta Neutral de Zapp Brannigan, la adopción de Zoidberg en la familia Wong o el reinicio en modo pingüino de Bender?
Sin duda, todos momentos muy divertidos. Pero más allá de las risas, Futurama tenía un desarrollo emocional en cada capítulo muy acertado.
En la mayoría, si hacemos una excecepción con un capítulo: Jurassic Bark (o Ladrido Jurásico), la historia de Seymour, el perro de Fry.
Lo normal, lo que supuestamente se espera del capítulo, es que al menos durante un momento, Seymour fuera devuelto a la vida en el siglo XXXI, pero Fry, pensando que le habría olvidado, decide no hacerlo; llegando a una de las escenas más tristes que creo que hayan podido verse en televisión (aunque supongo que quien no ha tenido una mascota no le afecta del mismo modo).
1 comentario:
Desde luego futurama es una de mis series favoritas. Me encanta! y creo que mi episodio favorito de hecho es en el que aparece Seymour. Aunque la serie esta llena de cosas y episodios que me gustan mucho. He podido ver la pelicula y van a sacar alguna mas para hacer la 5 temporada...
Saludos! :)
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