He leído unas cuantas críticas sobre el nuevo disco de The Strokes, Angles. Recomiendo a todo el mundo escucharlo. Está disponible en streaming en su sitio web.
Y aunque pueda ser subjetivo con este tema, he llegado a la conclusión de que la crítica musical es un mundo bastante impreciso, y a diferencia del cine o de la literatura, está mucho más lejos de la objetividad. En la música no hay normalización, ni unos estilos predefinidos. Es la pura definición de variedad de gustos.
Por eso me rechinan los que se dedican a ello profesionalmente. Además es que son incapaces de argumentar sus críticas. Uno puedo describir la estructura de una canción, pero no se puede menospreciar algo, por ejemplo, por sonar ochentero. Y por otro lado, calificar de positivo una inspiración "reggae". ¿Quién te puedes creer que eres para calificar estilos musicales como buenos o malos? Luego están los que critican a los que experimentan nuevas mezclas, de que ya no suenan igual. Pues nada, cerremos las puertas a la creatividad. Me parecen absurdan las críticas musicales. Opino que solo hay lugar para el análisis, cosa que hay gente que tiene un don para ver más allá de letras y sonido. Pero en gustos no hay nada escrito.
Por algo se dice en la variedad está el placer.
1 comentario:
No me gustan los críticos... suelen ser fracasados en la disciplina de la que hablan, y sus resentimientos hablan por su boca.
Espero que mañana me deje descargarlo... hoy los duendes informáticos se han puesto en huelga :)
abrazos
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