(Del it. pedante). 1. adj. Dicho de una persona: Engreída y que hace inoportuno y vano alarde de erudición, téngala o no en realidad. U. t. c. s. 2. m. desus. Maestro que enseñaba a los niños la gramática yendo a las casas.
(Diccionario de la Lengua Española - RAE)
Buenos días lectores inexistentes,
Pensaba añadir esta entrada como una parte del segundo volumen de "Inquietudes", pero era demasiado extensa. Tres hechos:
- El anterior fin de semana fui al cine a ver "La Red Social" de David Fincher.
- Hace poco estuve en un seminario sobre libros digitales, y me tocó sentarme detrás de un pánfilo que mostraba su arsenal tecnológico: iPad, Blackberry y cámara digital Nikon.
- A los 10 minutos de emisión de la serie 'Hispania', ya recibía críticas por parte de cierto colectivo del que hablaré más adelante.
Tres hechos que me han acontecido durante estos últimos días y que me han conducido a la reflexión sobre una figura omnipresente de nuestros tiempos: el pedante.
La ostentación y el presumir vienen de fábrica en nuestros genes con la finalidad natural de llegar a la cópula entre los mejores individuos. El más fuerte, chinga; el débil, muere. Pero desde los albores de la humanidad y con la primeras muestras de raciocinio, la ostentación se corrompe para obtener de ella no sólo la procreación, sino la admiración y la aceptación social. Joyas, oro, posesiones, honor, poder... En principio es algo material, o un hecho irrefutable, pero el conocimiento y la sabiduría se convierten también en objeto de ostentación. El pedante nace aquí como alardeador de una falsa (o no tan notable) sabiduría.
Los siglos pasan, y los pedantes y los prepotentes pasan a ser un elemento más del entramado social.
Y llegamos a nuestros días. Y en esta sociedad de la información en la que vivimos nace el pedante tecnológico o pedante digital. En realidad el pedante digital sólo se ajusta al perfil de un pedante en la red (es decir, el que es pedante en su blog o Twitter, por ejemplo, como podría ser mi caso, xD).
No, yo me refiero al pedante tecnológico, cuyo ámbito se aplica a la vida real. El pedante tecnológico no ve la tecnología como algo natural, como lo veo yo que, por mi edad, he crecido con ello. Verá el hardware como un elemento material de ostentación y su dominio en el software lo tratará como una competencia profesional que alimenta su ego. Sin duda deben de ser de las personas más creidas y ególatras.
He aquí el personajillo que vi en el seminario: como dije antes, con su despliegue de artefactos carísimos, comentando en Twitter todo lo que veía, y disparando fotos de vez en cuando. Continuamente navegando de izquierda a derecha en el menú de su iPad, sin prestar a penas atención a las ponencias. Él estaría hinchado de orgullo, pero a mi me parecía tremendamente patético.
La ostentación y el presumir vienen de fábrica en nuestros genes con la finalidad natural de llegar a la cópula entre los mejores individuos. El más fuerte, chinga; el débil, muere. Pero desde los albores de la humanidad y con la primeras muestras de raciocinio, la ostentación se corrompe para obtener de ella no sólo la procreación, sino la admiración y la aceptación social. Joyas, oro, posesiones, honor, poder... En principio es algo material, o un hecho irrefutable, pero el conocimiento y la sabiduría se convierten también en objeto de ostentación. El pedante nace aquí como alardeador de una falsa (o no tan notable) sabiduría.
Los siglos pasan, y los pedantes y los prepotentes pasan a ser un elemento más del entramado social.
Y llegamos a nuestros días. Y en esta sociedad de la información en la que vivimos nace el pedante tecnológico o pedante digital. En realidad el pedante digital sólo se ajusta al perfil de un pedante en la red (es decir, el que es pedante en su blog o Twitter, por ejemplo, como podría ser mi caso, xD).
No, yo me refiero al pedante tecnológico, cuyo ámbito se aplica a la vida real. El pedante tecnológico no ve la tecnología como algo natural, como lo veo yo que, por mi edad, he crecido con ello. Verá el hardware como un elemento material de ostentación y su dominio en el software lo tratará como una competencia profesional que alimenta su ego. Sin duda deben de ser de las personas más creidas y ególatras.
He aquí el personajillo que vi en el seminario: como dije antes, con su despliegue de artefactos carísimos, comentando en Twitter todo lo que veía, y disparando fotos de vez en cuando. Continuamente navegando de izquierda a derecha en el menú de su iPad, sin prestar a penas atención a las ponencias. Él estaría hinchado de orgullo, pero a mi me parecía tremendamente patético.
Más triste aún, pensé después, es que hay muchos especímenes de este tipo. No habló de "geeks". Los "geeks" sólo son frikis informáticos. Si dicen que son especialistas en algo, es que lo son. Mi lema es ten siempre un geek a tu lado (a poder ser varios: uno de redes, otro de sistemas operativos, otro de impresoras...)".
El problema radica en esos viejos empresario y empleados reticentes a las nuevas tecnologías, porque provocan que esta gente se crea especial por saber usar el paquete de Office, y manejarse en Internet. Lo que es más grave, es que se considera como una competencia profesional lo que muchos desarrollamos sólamente con el ocio. Como siempre, los perjudicados somos los jóvenes, ya que lo que para algunos es una competencia profesional, para nosotros es de obligado conocimiento.
De ahí que películas como La Red Social sean aclamadas por estos pedantes de edad media, que miran por encima del hombro tanto al que no sabe usar redes sociales en su iPhone o Blackberry, como a aquello más jóvenes por su creída experiencia. La Red Social me pareció una buena película pero continuamente veo críticas del tipo "La revolución cinematográfica del siglo" o "Un retrato de nuestra historia más reciente". Entiendo que al que acabe de entrar contacto con Facebook le parezca una revolución mágica y llegué a encontrar fascinante la película, pero relajémonos, no es para tanto. En cuanto a lo del retrato social, pues mire usted, si alguien se identifica con lo visto, apaga y vámonos. Yo no veo a asiáticas promiscuas chupandole el rabo a ningún informático. En todo caso, la película se puede relacionar con el retrato del emprendedor de comienzos del siglo XXI. Y, es verdad, los pelotazos de millones de divisas están en Internet y en las nuevas tecnologías, y no dudo de que algunas mentes brillantes sean "las nuevas glorias del Rock'n'Roll" con su propias 'grupis' chupa-sangre, pero de ahí a que exista una cultura en torno a ello, hay un largo camino. Si alguien quiere ver un retrato social de nuestro tiempo más aproximado a la realidad, que vea Babel de Alejandro González Iñárritu.
Volviendo al pedante y abordando el último suceso que quiero reseñar, tendríamos que llegar a la conclusión de que el engreído y el pedante se han perfeccionado con las nuevas tecnologías. La puesta de ideas en común, hace que las opiniones sean públicas, y a menudo son tomadas por gente que cree tener unos ideales, cuando sólo se adapta a las premisas de la comunidad a la que quiere pertenecer. Me explico: Navegaba el menda por Twitter mientras en la tele estrenaban la serie de Antena 3, Hispania (la cuál no profundizo en analizar, me limito a decir que es una serie correcta); cuando tras a penas quince minutos de emisión, empezaban a aparecer comentarios despectivos o chistes "ingeniosos" contra la serie. Desde anónimos, pasando por twitters vinculados al sector 'progre', hasta personajes conocidos como Miki Nadal o Chino (el cantante de Supersubmarina). El comentario de este último resume la idea en general: "Qué asco da Hispania, menos mal que enciendo poco la tele". ¿Cómo se puede criticar algo que ni has visto? ¿No será que dicen lo que se espera que digan de ellos? Lo que ocurre aquí es la asociación de ideas para la formación de comunidades pedantes. Esta en concreto tiene una difícil definición, pero me atrevo: "Comunidad progre-indie-alternativa-tirandopalaizquierda". Y es que parece haber una preconcepción de que el que defiende las ideas más propias de la izquierda resulta ser un ilustrado o un culto. Aquí caen muchos pedantes sin ideales e ideas propios. Y se retroalimenta con otras especies urbanas. Desde esa prepotencia de "yo veo series en versión original subtitulada, y por tanto, soy mejor que las masas que ven lo que les echen por la tele", mal vamos. Es muy dada en toda esa comunidad "indie" de música alternativa esa actitud de hacerce el especial, el culto, el diferente...
Volviendo al pedante y abordando el último suceso que quiero reseñar, tendríamos que llegar a la conclusión de que el engreído y el pedante se han perfeccionado con las nuevas tecnologías. La puesta de ideas en común, hace que las opiniones sean públicas, y a menudo son tomadas por gente que cree tener unos ideales, cuando sólo se adapta a las premisas de la comunidad a la que quiere pertenecer. Me explico: Navegaba el menda por Twitter mientras en la tele estrenaban la serie de Antena 3, Hispania (la cuál no profundizo en analizar, me limito a decir que es una serie correcta); cuando tras a penas quince minutos de emisión, empezaban a aparecer comentarios despectivos o chistes "ingeniosos" contra la serie. Desde anónimos, pasando por twitters vinculados al sector 'progre', hasta personajes conocidos como Miki Nadal o Chino (el cantante de Supersubmarina). El comentario de este último resume la idea en general: "Qué asco da Hispania, menos mal que enciendo poco la tele". ¿Cómo se puede criticar algo que ni has visto? ¿No será que dicen lo que se espera que digan de ellos? Lo que ocurre aquí es la asociación de ideas para la formación de comunidades pedantes. Esta en concreto tiene una difícil definición, pero me atrevo: "Comunidad progre-indie-alternativa-tirandopalaizquierda". Y es que parece haber una preconcepción de que el que defiende las ideas más propias de la izquierda resulta ser un ilustrado o un culto. Aquí caen muchos pedantes sin ideales e ideas propios. Y se retroalimenta con otras especies urbanas. Desde esa prepotencia de "yo veo series en versión original subtitulada, y por tanto, soy mejor que las masas que ven lo que les echen por la tele", mal vamos. Es muy dada en toda esa comunidad "indie" de música alternativa esa actitud de hacerce el especial, el culto, el diferente...
Para adolescentes con crisis de identidad está bien, pero para el resto... No seais pedantes, ir más allá...
P.D: Añado una canción que dedico a todos los pedantes (a los tecnológicos y a todos los ostentosos en general).
P.D: Añado una canción que dedico a todos los pedantes (a los tecnológicos y a todos los ostentosos en general).
3 comentarios:
Cuánto odio...
Como tienes razón no te la doy, jeje. Ha nacido un nuevo especimen y ese anuncio de la tv lo muestra a la perfección. Yo conozco a unos cuantos de esos... y te aseguro que están mucho más cerca de mi edad que de la tuya; hasta da grima verlos ¡qué pobres idiotas!
abrazo
Viejo, no lo podía haber expresado mejor. Todos los puntos en las "i". Repostearé tu texto en todos lados como un manifiesto. jejejeje
Saludos!!!!
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